Cuando los vehículos diesel modernos superan claramente los 100,000 kilómetros, en el ordenador de a bordo se lee el mensaje de que el filtro de partículas del sistema de combustión está lleno. Es el momendo de cambiarlo, pero hay una opción más barata: limpiarlo.
Es recomendable la limpieza si el filtro no está dañado y si no se quiere invertir en una pieza nueva", afirma Thomas Caasmann, experto en inspección técnica. Carsten Graf, experto del club del automóvil alemán ADAC, el más grande de Europa, está de acuerdo: "En modelos más viejos merece la pena intentarlo. Si no se consigue el resultado deseado, el coche no se estropea y entonces se puede ya recurrir al cambio completo del filtro".
Los vehículos diesel más nuevos tienen que estar equipados con un filtro de partículas para poder así cumplir los estándares de emisiones. En el filtro queda siempre, sin embargo, un hollín del que los coches se pueden liberar por sí mismos, ya que cuando se registra un máximo comienza una regeneración a través de la que se quema ese hollín en el mismo filtro, lo que sucede cada 700 u 800 kilómetros. Sin embargo, quedan cenizas que se acumulan como residuos en el filtro y que no pueden ser expulsadas.
No se puede saber con exactitud cuándo se satura el filtro y cuándo salta la alarma, aunque se estima que es entre los 120,000 y los 200,000 kilómetros.
Distancias cortas, un mal aceite y un filtro del aire sucio facilitan la acumulación de partículas. Si se ignora el aviso durante mucho tiempo, pronto se notan las consecuencias. "En el peor de los casos puede haber hasta daños en el motor o el motor puede prender fuego ", alerta Caasmann.
Los propietarios de modelos diesel más antiguos equipados con un filtro de partículas no tienen por qué temer ese tipo de problemas. "Esos filtros están acoplados de forma diferente a los que se se producen en serie. No se pueden obstruir completamente, pero tampoco son tan efectivos", explica el experto.
Los encargados de limpiar los filtros lo hacen a partir de 375 euros (500 dólares), muy poco comparado con los 4,000 que puede costar la sustitución. Los filtros baratos que se ofrecen en Internet no son una alternativa a las caras piezas originales, porque sólo se pueden generar problemas.
Las firmas que lo limpia trabajan en colaboración con talleres que lo desmontan, se lo envían y lo vuelven a montar una vez ya limpio. Después reinician el sistema.
En la limpieza es importante que la pieza no se abra, porque en ese caso podría destruirse la fina estructura de panal del filtro o el recubrimiento catalítico. La condición para el tratamiento es que el filtro no tenga ningún desperfecto previo como una raja interior o un agujero exterior. En ese caso, es mejor desistir y recomendar al cliente que compre uno nuevo.
Antes de la limpieza química se requiere un procedimiento térmico-mecánico: se calientan en un horno los restos de cenizas y luego se dejan enfriar y se eliminan con aire a presión y con un lavado. Eso dura aproximadamente tres días en los que no se puede usar el coche. De este modo se retira el 98 por ciento de los residuos, por lo que el filtro limpiado queda casi como uno nuevo.
La desventaja es que al ser un proceso nuevo aún no hay mucha experiencia sobre la durabilidad y la vida útil de un filtro limpio. Hay que contar con que dure aproximadamente entre un 20 y un 30 por ciento menos que uno nuevo, por lo que puede servir durante unos 100,000 kilómetros.