En el cuadro de instrumentos de su carro, de repente se enciende una luz que tiene el símbolo de un motor. Es la famosa luz Check Engine (revisar el motor) encargada de monitorear el perfecto funcionamiento de la inyección (diésel o gasolina) y el encendido en los de gasolina, y las bujías pre calentadoras en los turbodiésel.
El testigo que alerta sobre algo anormal
También monitorean el funcionamiento de los elementos periféricos que lo acompañan, encargados de las emisiones contaminantes. Son muchísimos los motivos por los cuales queda prendida permanentemente, los cuales obligan a pasar por el taller de servicio para saber que está pasando.
Si un vehículo se sigue conduciendo con el testigo encendido se generarían fallas graves y costosas por el aumento de los gases contaminantes, lo poco que rinde el combustible, o la pérdida de rendimiento.
Un funcionamiento áspero tanto del motor como de la caja de velocidades es probable en éstas condiciones de manejo, con una reducción en la potencia como resultado de la modalidad ”emergencia” que asumen las computadoras para que llegue al taller con seguridad, con la máquina en funcionamiento.
¿Encendida todo el tiempo? Muchísimas son las causas como para enumerarlas todas: alguna conexión que no hace buen contacto, sensores (de temperatura del aire de admisión, del agua o refrigerante, posición del eje de levas) averiados, un catalizador obstruido, un sensor de oxígeno dañado, la propia ECU (electronic control unit) computadora del motor averiada, unos sensores de detonación (cascabeleo), y hasta una fuga de refrigerante hacen que no desaparezca la luz, por más que se cumpla con uno o más ciclos de encendido – apagado.