Ante el sonido de una sirena, todo conductor sea de transporte público o privado, tiene como regla universal ceder el paso a la ambulancia, sea esta del CGBVP o de algún centro de salud.
¿Quién no ha sido testigo de la injusticia que se comete contra las ambulancias? Estos vehículos – donde se transportan bomberos, médicos, paramédicos, pero sobre todo heridos – deben tener la prioridad en la vía pública; no obstante, ello no se ve del todo a diario.
En avenidas congestionadas como La Marina, Javier Prado o Universitaria, en las denominadas «horas punta», se ve a las ambulancias tocando sus sirenas rodeadas de un sinnúmero de vehículos, todos queriendo ganar el pase, todos queriendo llegar a su destino, todos irrespetando a las ambulancias y el derecho que tienen sobre los demás.
Para una ambulancia cada minuto cuenta y ganar tiempo gracias a la correcta actitud en las vías y a la rapidez de todos, incide de manera directa sobre las posibilidades de supervivencia de heridos graves.
¿Qué hacer cuando se avecina una ambulancia? Mirar por el retrovisor, a los lados y al frente, así podrás confirmar por dónde viene la ambulancia. Debes saber que reaccionar con rapidez es fundamental y que echarse a un lado puede salvar una vida.
Esto dice la ley
Según el artículo 2 de la Ley Nº 27200, la cual regula el uso de señales audibles y visibles en vehículos de emergencia, vehículos oficiales y vehículos de control tributario y aduanero, son considerados vehículos de emergencia los siguientes:
Unidades de las Compañías de Bomberos que acuden a atender emergencias.
Ambulancias de los establecimientos de salud, estatales y privados que atienden casos de emergencia médica.
Vehículos policiales que atienden situaciones críticas relativas al cumplimiento de sus funciones.
Vehículos autorizados para prestar el servicio de serenazgo municipal que atienden situaciones críticas.
Vehículos autorizados para prestar el servicio de grúa y auxilio mecánico.