Terminator 2 fue en su momento la película más cara, no solo porque fue el primer film en utilizar imágenes generadas en el ordenador, sino también por aquella destrucción, tras la persecución (CGI) en las vías de Los Ángeles. El protagonista además de Arnold Schwarzenegger, fue una Harley-Davidson FLSTF Fat Boy.
Introducido al mercado en 1990, el FLSTF Fat Boy logró casi de inmediato el estatus de leyenda entre los aficionados de la Motor Company. Su nacimiento no pudo ser mejor. Su versión original fue cariñosamente llamado "el fantasma gris" porque tal era el único color disponible. El FLSTF Fat Boy rugía gracias a un motor de 1340cc y fue lanzado como una derivación de la FLST Softail.
Su popularidad se basa en su clásico diseño, típico de los Harley-Davidson. Sus rasgos principales son, por ejemplo, un conjunto de llantas de fundición de aluminio sólido, un frontis poderoso muy poco elevado y un tanque de combustible de fuselaje ancho.
La gran aceptación que tuvo quizá fue el principal motivo de que sea elegida para acompañar las andanzas de Terminator en su segunda entrega.
Tras la cinta, el FLSTF Fat Boy traspasó las fronteras y enseguida fue imitada por muchas marcas japonesas, imitaciones que, por cierto, han acabado consolidándose. Por ello, no es extraño ver modelos similares hoy mismo en tiendas de marcas japonesas y chinas.