Un nuevo crash test muestra lo mortal que resultan prácticas comunes en el auto
Es muy cómodo ser el copiloto, echar el asiento y subir los pies por encima del tablero, pero ¿sabe qué tan peligroso es en un accidente? Las marcas RACE y Goodyear realizaron una prueba de choque a 56 km/h de estas costumbres al volante.
Las pruebas, que también evaluaron qué pasa cuando transportas objetos sueltos o cuando el cinturón está mal acomodado, se hicieron siguiendo el resultado que arrojaron las encuestas de la División General de Tránsito, en España.
La prueba se realizó así: el conductor tenía un cinturón de seguridad más ancho que el necesario, el copiloto tenía el asiento recostado y las piernas encima del tablero; en la parte trasera el pasajero izquierdo no tenía cinturón y llevaba un bebé en brazos. Todo a 56 km/h.
A esta velocidad las consecuencias son fatales. La presión que el pasajero trasero ejerce sobre el asiento del conductor es hasta de dos toneladas y la aceleración del cuello y cabeza superan las humanamente soportables.
En el copiloto que tenía las piernas arriba, la presión en el tórax supera el doble del límite soportable, la cabeza impacta con las piernas y las piernas rompen la luna con resultados de muerte.
El ocupante en el asiento trasero aplasta al bebé contra el asiento delantero y durante la fase de rebote se golpea contra el techo y vuelve a aplastar al bebé.
Con estos resultados a la luz ¿aun seguirás poniendo los pies encima del tablero?