Motivados por sacar a la bolsa de valores un activo tan producente como es el de Ferrari, y sacar provecho de manera rápida y constante a las acciones, Ferrari decidió separarse de la firma del 500.
La firma de Maranello se desvinculó de la Fiat Chrysler Automobiles, convirtiéndose Ferrari en una entidad independiente del Grupo FCA, sin embargo, Fiat seguirá controlado a la deportiva italiana.
Ferrari pertenecía a Fiat desde 1969, año en el cual Il Commendatore vendió parte de la firma a la compañía de los Agnelli, buscando financiar su programa deportivo y dirigir su empresa.