Jorge Lorenzo continua su racha, luego de Jerez, Le Mans y Mugello, tercer triunfo consecutivo para el español.
"Era mi día. En las primeras vueltas pude ir en 1:47.7 y me podía ir siete décimas. Tenía que aprovecharlo y no fallar. Son increíbles estas tres victorias consecutivas. Quizá no gane ninguna más. En las tres primeras no estuve en el podio así que lo mismo en Montmeló no acabo en el podio. Hay que seguir con los pies en el suelo. Los pilotos tienen que seguir trabajando fuerte y desde Japón tienen que intentar no dormirse y seguir intentando mejorar en alguna área en la que tenemos margen", declaró.
Por otra parte Rossi no se baja del podio. Ayer, hasta la fortuna le sonrió. Márquez, que iba delante, se cayó y Dovi, con el que peleaba, se retiró por un problema con la corona. Los piñones se le rompieron. Una pieza que vale 25 euros. ¿Será la suerte del campeón? Jorge espera que no: "Estaría muy bien conseguir el quinto y que él siguiese con ese noveno, pero falta muchísimo. Todo va de fábula, pero la dinámica puede cambiar en cualquier momento por mala suerte, errores o lo que sea". Iannone resistió en medio y con gran mérito al tener una fisura en el húmero izquierdo.
Con todo, es un festival de Yamaha, con cinco triunfos de seis, salta la duda de si saltarán chispas entre dos pilotos ya se las tuvieron. "Nuestra relación no tiene por qué cambiar. Si no hay ningún roce y si ninguno piensa que el otro fuera de lo normal. Es evidente que luchamos por algo muy importante. Cuando eso sucede siempre hay cierta tensión, pero la relación sigue siendo muy buena. Estoy muy contento de que también él consiga estar en el podio porque eso significa que nuestra moto funciona. Para la fábrica es un gran empuje en todos los sentidos. Pero ninguno quiere quedar segundo", advertía Lorenzo a Rossi.
Fuente: Marca