La marca alemana, Bosch, inventa un sistema automático basado en la retropropulsión usada por los astronautas.
Robert Bosch GmbH es una de las compañías a las que más avances en seguridad de motos le debemos, y ahora ha inventado un sistema automático basado en la retropropulsión. Aunque no lo creas la idea viene directamente desde las películas de ciencia ficción: estabilización mediante propulsores de gas laterales.
Imagina que estás saliendo de paseo, y que estás a punto de trazar una curva a toda velocidad, y usted con toda tranquilidad ¡ahí vas!, sin tocar frenos, ni acelerador; y de repente un charco de agua, hace que inmediatamente la rueda delantera pierda el agarre provocando un resbalón. En absoluto, ya sabes que te pasaría si esto fuera verdad. Por ello, Bosch tiene la solución, ya que se ha ingeniado en inventar el Sliding Mitigation (Reducción de Deslizamiento).
Para saber cómo funciona, Bosch ha empleado un sistema de retropulsión, similar al que usan los astronautas para desplazarse por el espacio, a base de lanzar un corro de gas a alta presión en el lado que se desliza, creando artificialmente la fuerza centrípeta para contrarrestar a la centrífuga que hace que la moto resbale. El sistema se carga de gas y entra en funcionamiento en milésimas de segundos cuando los sensores detectan que la moto está resbalando.
De hecho, gracias a la marca alemana las motos de gama alta están bien equipadas con sistemas que evitan prácticamente cualquier caída en cualquier situación. Como el sistema de ABS que impedirá deslizar al frenar fuerte sobre una superficie deslizante; y el MSC, que hace que suceda lo mismo, pero con la moto inclinada.