Quien más que el campeón mundial de motos acuáticas, Aníbal Aliaga, para que solvente esta y otras interrogantes.
“La moto acuática no tiene suspensión, la suspensión son las piernas de uno. Si estás yendo a una gran velocidad y te encuentras con una ola, entenderás que es bastante más complicado controlar la moto en medio del mar”, sostiene en primera instancia el también presidente de la Confederación Sudamericana.
Él sostuvo que, si sucede una falla mecánica en medio del mar durante una competencia, no hay cómo salir a la orilla y por ende se debe esperar la ayuda.
A diferencia de las motos acuáticas, en las UTV manifestó “una buena suspensión ayuda mucho y en caso de una falla técnica, simplemente presionas el botón de auxilio, vienen y te auxilian”.
Cabe recordar que Aliaga competirá el próximo año en el Rally Dakar en la categoría de UTV.