Pitazo inicial: Gambeta, pierna fuerte, goles y golpes, de uno y otro equipo, un ida y vuelta de miradas deseosas de triunfo. Pitazo final: celebraciones mesuradas y el respetuoso saludo de vencedores sobre vencidos; todos con la satisfacción de haber dejado el alma en la cancha pero sobre todo, conscientes de que, pese a las diferencias, algo los une: pertenecer al sector automotor. Con este objetivo, la Asociación de Representantes Automotrices del Perú (Araper) llevó a cabo el último sábado la “Copa Araper”, evento que reunió a representantes de 14 empresas automotrices.
Según el director ejecutivo de dicha entidad, Iván Besich, este es el segundo campeonato realizado de forma consecutiva luego de 15 años. “La primera vez que realizamos una copa entre empresas automotrices fue en 1998, y para este edición tenemos como objetivos pasar un momento de diversión, conocernos un poco más entre las empresas del gremio, cultivar el deporte y vivir una fiesta de confraternidad”, señaló.
El campeonato, realizado en el complejo “La 10” de Surquillo, tuvo momentos intensos en donde el buen fútbol y el respeto se notaron en cada partido. Tras una dura jornada eliminatoria, fueron los equipos de Euromotors y Maquinarias los que accedieron a la gran final, dejando en el camino a los representantes de Manasa y Motored, respectivamente. Tan parejos fueron las semifinales que ambos enfrentamientos se resolvieron en la tanda de penales.
“Me parece una gran iniciativa, que bueno que después de casi 15 años se junte la familia automotriz”, señaló al respecto el gerente de Ventas de Manasa, Juan Castro, quien, pese a quedar fuera de la final, se mostró tranquilo con el accionar de su equipo en campo de juego. En tanto, la final proclamó a Euromotors como campeón de la “Copa Araper 2013”, luego de imponerse a Maquinarias por un marcador de 3 a 1.
Aquella tarde de sábado, el deporte se convirtió en una herramienta de unión entre las diferentes empresas del sector automotor; dejando a muchos de sus integrantes con ganas de volver a vestirse de corto en aras de defender sus colores. “Vamos chicos, tenemos que dejar bien a la empresa para que nos sigan invitando”, se escuchó en las arengas de una de los partidos.
