Basado en la lujosa limusina Phantom de Rolls-Royce, el coche fúnebre B 12 de la compañía Biemme Special Cars tiene 600 partes nuevas junto a las principales señas de identidad de la marca británica.
El motor estándar de 6,7 litros V12 no se cambia, aunque semejante potencia parece no ser de especial interés en un funeral, ya que el viaje al cementerio se suele hacer a velocidad lenta.
El coche cuesta 660,000 dólares y fue presentado en la reciente feria funeraria celebrada en la ciudad italiana de Bolonia.
Basada en la ciudad de Padua, la empresa Biemme Special es la más conocida del sector por sus coches fúnebres basados en el modelo Mercedes Clase E.