El futuro es hoy. El BMW Urban Racer y el Feline One son dos claros ejemplos de los niveles de sofisticación que están alcanzando las motos, gracias a la ingeniería de punta del siglo XXI.
La Urban Racer de BMW
La modernidad alemana llega de la mano de BMW, con un modelo que se acerca más a una obra de arte vanguardista que a un simple vehículo de transporte. Jans Slapins es el creador de esta joya de dos ruedas. El joven británico es famoso por sus prototipos de estilo futurista modelados en tres dimensiones.
La Urban Racer de BMW cuenta con un motor de dos cilindros y 1200cc., capaz de alcanzar 115 caballos de potencia. Cuenta con una carrocería de fibra de carbono, iluminación LED y componentes de chasis exóticos.
Su diseño está inspirado en los modernos aviones de combate y en algunos vehículos militares terrestres, lo que le da un aire aerodinámico y futurista a esta moto.
El Feline One
El Feline One fue creado por la firma suiza Feline Motorcycles, en una edición limitada de 50 ejemplares. La moto está fabricada con materiales de alta calidad y con piezas realizadas por los mejores expertos mundiales.
Su peso de tan sólo 155 kilogramos, su motor de tres cilindros, 801 cc. y 170 CV, convierten al Feline One en una moto fácil de manejar y capaz de proporcionar velocidades altas.
Se trata de un modelo único que ha sido el resultado de cuatro años de arduo trabajo e investigación tecnológica por parte de Yacouba Galle, un piloto de pruebas y periodista que radica en Francia.
Fuente: azureazure.com