Brasil no solo lidera el porcentaje de ventas vehiculares en la región de Latinoamérica –por su extensión y cantidad de habitantes-, sino que también es el número uno en su territorio en la producción de etanol, compuesto químico obtenido a partir de azúcares.
Incluso, Brasil es el segundo mayor productor de etanol del mundo –detrás de Estados Unidos-, el mayor exportador mundial, y es considerado el líder internacional en materia de biocombustibles. Además, se trata de la primera economía en alcanzar un uso sostenible de los biocombustibles.
Esto derivó a que, desde 2003, los autos con motores adaptados a estos tipos de combustibles acaparen más del 80% del mercado brasileño, favoreciendo con notoriedad al ecosistema.
En el parque automotor mundial, el dominio todavía está de lado de los motores basados en gasolina y petróleo diésel. Sin embargo, los motores de gas licuado de petróleo y gas natural comprimido empiezan a ampliarse en la industria automovilística y cada vez son más los fabricantes que apuestan por comercializar versiones de algunos de sus modelos.
Con el uso de GLP y GNV, Perú está dentro de esa línea, pero aún con poca difusión. El petróleo cuenta con un pequeño porcentaje de biodiésel y las gasolinas con algo de alcohol carburante, por lo tanto, el combustible lleva cierta parte de mezcla ecológica.