Japón se ha convertido en uno de los primeros mercados a nivel mundial en permitir legalmente que los autos incorporen cámaras en lugar de retrovisores, sumado a ellos esta práctica podría estar incorporándose en algunos modelos orientales.
Son bastantes los fabricantes de componentes que llevan años trabajando en esta tecnología, grandes nombres como Bosch, Valeo o Continental, los cuales aseguran que su trabajo no solo mejora la visibilidad del conductor y la eficiencia en el consumo de gasolina, sino que además supone una infinidad de ventajas para el diseño de automóviles.
Hay que tener en cuenta que los precios de las cámaras están bajando considerablemente (algunos nuevos modelos ya incluyen la cámara de retroceso incluso en sus acabados) y que la gran mayoría icluyen grandes pantallas en su interior que permiten ver la imagen proyectada con total nitidez.
Muchas veces el problema no es el dinero o la viabilidad de la tecnología, sino la regulación de algunos de los mercados en los que se venderá el producto. Las cámaras que sustituyen a los retrovisores tradicionales, ya empiezan a ver la luz verde en algunos países.
