La automotriz alemana Audi ha llegado al test número 100 de la prueba de corrosión y envejecimiento con el Audi A4.
Audi Quality Assurance utiliza el test INKA como método para verificar la efectividad de la protección anti-corrosión y durabilidad de los vehículos de la marca de los cuatro aros.
El tiempo que ha completado Audi con el coche número 100 en pasar este duro test es de 322.500 horas de pruebas, recorriendo más de un millón de kilómetros y pasando por 2.800 ensayos en barro y 1.900 en medio salino. Sin duda un test que pocas marcas se atreverían a pasar.
La jefa de Ingeniería de Materiales de Audi, Sylvia Droll manifestó que “Audi representa una calidad superior de fabricación, alta calidad percibida de materiales y gran fiabilidad, incluso muchos años después de que un vehículo sea estrenado. El test INKA es un instrumento esencial para valorar la calidad de nuestros modelos y para optimizar aún más nuestros métodos de producción”.
Este test consta de cinco etapas, en la primera el vehículo recibe una niebla de agua salina en una cámara climática a 35 grados centígrados. En la segunda fase, el auto se expone a un clima tropical de hasta 50 grados y con una humedad máxima del aire del cien por ciento, luego en la tercera etapa 80 lámparas de alta potencia, cada una con una intensidad de 1.200 vatios, calientan la carrocería hasta un máximo de 90 grados centígrados. En el proceso, los materiales del interior deben mantener su color y no deben quedar quebradizos, si quieren pasar el test.
En la cuarta etapa se simula condiciones invernales en el círculo polar. A 35 grados centígrados bajo cero, una máquina con cuatro postes hidráulicos mueve el coche para simular la torsión y tensión de la carrocería y los apoyos del motor que los vehículos soportan al circular en carreteras con muchos baches.
En paralelo, la quinta etapa sucede cuando los probadores conducen repetidamente los automóviles sobre pistas especiales en las instalaciones de ensayo al aire libre. Esto da como recorrido final un total de 12.000 kilómetros con cada unidad, incluyendo las zonas de barro y con medio salino. Al final del ensayo, los inspectores de calidad dividen enteramente el vehículo en unos 600 componentes individuales, revisándolos en busca de posibles puntos débiles.
Audi realiza el test INKA desde el año 2002, sin embargo, se encuentran desarrollando comprobaciones con métodos parecidos hace 40 años en unidades pro-serie.
VIDEO: Test Inka en un Audi Q7